Montajes de las imágenes de mi autoría. Algunas con imágenes mías y otras de google

Acepto la posesión de esa criatura-Entre Cielo, Tierra y Mar, hay un hermoso caudal






Mazarrón, el Alamillo


Playa de Nares, Mazarron


Bahía de Mazarrón

De recién nacida ya disfrutaba de Sierra Espuña, una hermosa sierra.

Antes de cumplir el año, me llevaron al mar, Mazarrón.

Y de adolescente tenía a la sierra y el mar como mágicos lugares donde disfrutaba, y mi imaginación volaba como gaviotas por el mar, y como las ardillas saltar por los pinos, y los zorros, cuando por la noche me deslumbraban sus ojos como linternas.

Ahora estoy poseída por el mar, es mi pasión. 

Aunque mi sierra Espuña la cual visito en invierno, también me tiene en una entrega total.

Si me diesen a elegir escogería el mar en verano, pero en invierno, mi sierra Espuña.

Entre cielo, tierra, y mar, hay un hermoso caudal.

Cuidemos de lo nuestro.


Acepto la posesión de esa criatura-Entre cielo, tierra y mar hay un hermoso caudal


¿Era la mar los ojos de mi mirada?
¿Era mi mirada la que observaba la mar?
¿Era el mar el poseído o la poseída era yo?

Ante tal inmensidad yo no era nada
solo un grano más de arena dorada
o solo una criatura llamada hada.
Era así como me sentía cuando miraba
esos rizos perlados jugar entre las aguas.

¿Era el mar el poseso, o era yo la que se entregaba?
Llego a la ilación lógica y natural, 
acompañada de una sensación de extrañeza. 
Disfruto de un momento, entrega natural y hechizada.
Acepto la posesión de esa criatura. 
La poseída soy yo. 


Pozos de la nieve- Sierra Espuña



Una de las canaletas de la fuente de Hilo 
sierra Espuña


Fuente de Hilo sierra Espuña


La fuente de Hilo de sierra Espuña

Me trae el agua de aquella fuente,
huellas de la niña mía.
El agua de esa boca, 
la risa de esos labios,
me arriman una poesía.

La fuente de Hilo
de Sierra Espuña,
me trova con su lengua,
me refresca la memoria,
un rechinar que me murmura,
cuando roza con las rocas,
y me obsequia con el recuerdo,
de una dulce y fresca melodía.

En aquellas cumbres, en su misterio,
el hontanar ¿Cuántas cosas me diría?
Cuando por la canaleta de la fuente,
con preguntas juguetonas,
por la cuesta de su verso, yo subía.

Ahora me vienen esas memorias, 
donde como una flor, mi niña, 
en su rumor de nana se mecía.
Mis tiernos abriles, soñaban y reían.
Columpiada en el hilo,
de su hermosa trenza,
mi niña, imaginando se dormía. 


Carmen Silza

Comentarios

  1. Querida amiga Carmen,
    El mar es el hogar de Poseidón y yo me dejo bañar en esta maravilla salada de la naturaleza.
    Besos y buena semana!!!

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  2. Hola Douglas, así es para mi, pero además, amo la montaña es nuestro hogar. Entre cielo, tierra y mar hay un hermoso caudal.
    Feliz semana estimado Douglas.
    Gracias siempre.
    Un abrazo

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  3. Respuestas
    1. Sí, para no hartarse Ángel, la ciudad está cada día más contaminada.
      Gracias. Un abrazo

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  4. El mar es una buena cura de orgullo que nos hace recapacitar sobre nuestra pequeñez.
    Esos lugares en los que se fue feliz en la infancia, no se borran nunca de la memoria. Son recuerdos que nos hacen el favor de permitirnos seguir siendo un poco niños.
    Un fuerte abrazo, Carmen.

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  5. Así es Chema, cuidemos de nuestra madre Naturaleza, ahí está todo lo que necesitamos.
    Ahora se van muchos a los pueblos, es un encanto , y no descarto esa opción tal y como está las cosas.
    Feliz noche.
    Gracias siempre Chema.
    Un abrazo

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  6. Cuánta belleza,sensibilidad,delicadeza...en fin, es una entrada completísima,con preciosas imágenes,con versos preciosos que nos dan la mano...
    Gracias Carmen!
    Una belleza realmente todo el conjunto!
    besos

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