Siento más de lo que mi carne siente-La bandera del Amor#

Imagen de mi autoría.

Soy una aprendiz de la vida, de poeta, alguna vez lo he dicho.  Intento superarme día  día...No termine mis estudios, me quedé en bachillerato. Las circunstancias me llevaron por otro camino.  Estudiar nocturno, y a trabajar con el alba, en unos grandes almacenes, al final desistí del estudio. Hice algunos cursos entre ellos el de dietética y nutrición,  tema que me apasiona porque está vinculado con la Naturaleza, la otra madre a la que adoro. Otro curso fue el de técnico en farmacia,  también vinculado con nuestra madre naturaleza, de ella sale todo. Pero lo que a mi realmente me gustaba, me llamaba, era imaginar, y plasmar en papel todo lo que me sucedía. Sin darme cuenta me estaba realizando en lo que me apetecía. Realizarse no solo es contemplar el mundo, hay que actuar, materializar, lo que ves y sientes, eso es así. Poco a poco me di cuenta de que tenía dentro de mí una factoría de posibilidades. Viviendo el día a día, puedo sentir que soy capaz de hacer o crear, llámelo como guste. Tengo la posibilidad de escribir imágenes con mi inspiración y la acción de poderlas  traspasar al níveo papel y compartirlas. El escribir y leeros, me ha llevado a conocerme más, y estar más apta para la superación. Lo siento como mi proyecto de vida, meditar en lo más profundo de nuestro océano. Para realizarse, el primer paso es querer, bien sea en la etapa profesional o en el ocio. Y en el ocio, encontré mi hobby, también mi terapia. Y pienso que no hace falta hacer cosas excepcionales para realizarse, se llegue a la cumbre o no se llegue. Y como no, siempre en la mano la bandera del Amor.

Desgarro mi energía de forma franca.
Me realizo para acercarme a la perfección
aunque sé, que no existe.
La felicidad es efímera, 
no la contemplo cuando miro al mundo;
a veces, me hastía, me aburre...

Me voy a mi isla, 
donde siempre, algo me seduce.
Allí no hay perfeccionismo,
pero mi ser e imaginación de gloria se visten.
Cumplo años, y para mi satisfacción 
me siento más auténtica, más entera.
Leo, escribo, y aumento, siento más
de lo que mi carne siente.
Me iré de este mundo satisfecha,
y me diré, que hice lo que pude y quise.

Antes de llegar al estado inerte,
clavar en mi tierra, mi carne,
la bandera del Amor,
la simiente de esa flor.
La única bandera, que,
no entiende de guerras,
solo de reconciliación.

Carmen Silza