Colorín colorado, este cuento "NO" ha acabado#

Vivimos tiempos acelerados, con muchos altos y bajos, pandemias, guerras, desahucios, pobreza, maltrato, malos giros...Siempre buscando soluciones que paren estas barbaries, soluciones que no están en nuestra mano, aunque pongamos nuestro granito de arena, el castillo es costoso de levantar. Pero sí que podemos hacernos a nosotros mismos el tiempo más agradable. El pensamiento es libre, pensemos en lo bello que nos rodea, que lo hay, pensemos en cosas atrayentes. Por ejemplo: el cuerpo es nuestro, solo un ente nos lo puede robar. Mientras tanto, al cuerpo podemos darle entretenimiento, bien sea haciendo deporte, fuera o dentro de casa, bien sea oyendo música, o bailar al compás de ella, o  bien cogiendo un libro mientras oyes esa música relajante. Cuando nos entregamos a ello alejamos nuestras penas, el sufrimiento del mundo, esa secuela que nos hace sufrir. Para disfrutar y vivir, sin que nos dominen esos momentos tan nuestros.

Os aseguro que es así, sé, que lo sabéis, nos os cuento nada que no sepáis ya. Es algo que puse en práctica hace mucho tiempo. Me pongo la música y hago bicicleta o bailo hasta hartarme, y cuando me siento en el ordenador, mi cuerpo flota, soy la persona que quiero ser, sin controles que frenen mi marcha.  

Este poema es de mi último libro

No os lo compartí en su momento

Soy un pájaro más, por su país olvidado.
Por lobos que devoran la Luna
lobos que roban los rayos de Sol
Lobos de corazón cerrado.
Desahuciaré de mi mente los buitres,
esos, que llevan su canto como
bandera en su pico, bien anudado.
Esos que cantan hilo a hilo unos versos
de, "colorín colorado, este cuento
"NO" ha acabado"
Buscaré con mi mente las sedas,
con ellas soñaré más delicias, 
para el Universo maltratado.
De árbol en árbol veré a esos cucos,
mis hermanos, 
de abeto en abeto, por el mundo,
rebuscando el oxígeno 
que les han robado,
por este modelo de vida mal heredado.
Cazaré de mi mente el águila
que trova por los hielos
cayendo y renaciendo sin cansancio.
Agradeciendo día a día
el despertar de mis ojos. 
Que de momento, estoy a salvo,
que aún estoy vivo; aunque solo, 
sin mis padres, sin mi gente 
sin mis hermanos.
Un pájaro solitario fuera del nido.
No quiero jugar a que viene el lobo,
como cuando era niño.
Ese cuento debe ser pasado no duplicado
No quiero ese tipo de herencia
que acota en el camino mis pasos.

Carmen Silza